El desarrollo de las soft skills: clave para el éxito profesional

Los entornos laborales están en constante evolución, sobre todo, por la introducción de nuevas tecnologías dentro de las empresas. Esto está generando cambios importantes en los modelos de negocio y, en consecuencia, las necesidades en cuanto a recursos humanos también están cambiando. Los profesionales de hoy en día se enfrentan al reto de mantenerse actualizados y competitivos en un entorno cambiante. ¿Cómo superarlo? Con el desarrollo de las soft skills y la capacidad de aprendizaje. 

Si las nuevas tecnologías están teniendo un gran impacto a nivel general, sus efectos se multiplican en aquellas empresas que se dedican al “mundo digital”: consultoras de marketing digital (como es nuestro caso), negocios puramente online como aplicaciones móviles, e-commerce… En este caso el reto es doble ya que a la necesidad de mantenerse actualizado y competitivo, se suma la dificultad que esto supone dentro de sectores relativamente nuevos como pueden ser, siguiendo con este ejemplo, el de las apps móviles.

En este contexto, incierto y cambiante, los profesionales y también las empresas deben dar con la fórmula para superar los retos planteados y que los empleados estén a la altura de las necesidades que requiere el negocio en cada momento. Desde nuestro punto de vista, y especialmente en el mundo digital que es el que mejor conocemos, la respuesta se encuentra en el desarrollo de las soft skills y la formación continúa (muy relacionadas entre sí). 

El desarrollo de las soft skills: una necesidad creciente

Para entendernos, las soft skills son todas aquellas habilidades que tienen que ver con la inteligencia emocional, la capacidad de trabajar en equipo, el liderazgo, la resolución de conflictos… Es decir, tienen que ver con las actitudes y aptitudes del empleado para enfrentarse a su trabajo. Se les llama, también, habilidades blandas. 

En contraposición, las hard skills son las habilidades técnicas o los conocimientos que posee un empleado para desarrollar su actividad. Por ejemplo: los conocimientos de diseño gráfico o el uso de herramientas concretas. 

¿Por qué es importante el desarrollo de las soft skills en el contexto actual? La respuesta es sencilla: estas no “caducan”. Saber utilizar Photoshop servirá hasta que surja la siguiente herramienta edición o hacer hojas de cálculo en Excel será innecesario cuando la Inteligencia Artificial las haga por nosotros; en cambio, todas esas “habilidades blandas” son las que nos hacen únicos como profesionales y seguirán siendo útiles en cualquier contexto laboral en el que nos encontremos, ahora o dentro de diez años.

Tal y como se menciona en nuestro informe sobre tendencias en turismo, el 85% del éxito en el trabajo procede del desarrollo de las soft skills según estudios de universidades como Harvard y Stanford. De hecho, los títulos son cada vez menos importantes. Grandes tecnológicas como Apple y Google, aunque también IBM o Ernst & Young, contratan a personas sin título universitario priorizando las habilidades blandas. 

El éxito laboral es, obviamente, fruto de una combinación equilibrada entre las soft y las hard skills; sin embargo, también es cierto que a la hora de desarrollar unas u otras tendemos a prestar atención a las últimas. Muchas veces se nos olvida lo importante que es saber hablar en público, desarrollar dotes de liderazgo o entrenar nuestra capacidad de trabajar en equipo.

Todos estos aspectos, vinculados a las soft skills, son los que nos permitirán superar todos los restos que nos interponga el presente o el futuro profesional. En cualquier sector, en cualquier momento y bajo las condiciones que sean, tus habilidades blandas te ayudarán a convertirte un perfil único y competitivo. Estas, además, no pueden ser sustituidas por máquinas. 

De todas tus capacidades hay una que se debe desarrollar especialmente y es, además, clave para superar los retos actuales y futuros: la capacidad de aprender. No se trata de estar continuamente adquiriendo nuevos conocimientos porque sí, sino de desarrollar una mentalidad de crecimiento y la voluntad de seguir aprendiendo a lo largo de los años. Esto marcará la diferencia entre una carrera profesional plana o una trayectoria en ascenso continuo.

La formación del empleado como estrategia de negocio

Cuando una persona adopta el aprendizaje continuo como “forma de vida”, la asimilación de ideas o capacidades deja de ser una fuente de miedo o estrés. De hecho, se le acaba “cogiendo cariño” ya que esta filosofía nos ayuda a mejorar y a salir de nuestra zona de confort una y otra vez. 

Del mismo modo, cuando un proyecto o nuestras funciones dentro de él cambian, el desarrollar esta mentalidad facilita la transición y que no se genere un desequilibrio. Se trata de un nuevo punto de partida, un reto y nuevos aprendizajes. Por tanto, aumenta la capacidad de mantener el pulso y la productividad ante las adversidades.

Y… ¿cuál es el papel de las empresas en todo esto? Su rol debe de ser el de facilitadoras; es decir, acercar y promover la formación continua entre sus empleados. Las ventajas de esto son numerosas y se pueden reflejar en la cuenta de resultados: si los empleados están al día de las novedades del sector y desarrollan nuevas capacidades, serán más eficientes en su trabajo; promoverán la innovación dentro de la compañía pudiendo dar lugar a nuevos servicios o mejoras importantes en los actuales; y, sobre todo, estarán más motivados y comprometidos. 

Además de esto, las empresas que apuestan por la formación son mucho más atractivas y son capaces de retener y atraer talento. Los profesionales de hoy en día, sobre todo los jóvenes que pertenecen al mundo digital, recurren a plataformas de vídeo o a cursos online para desarrollar nuevas habilidades de manera natural. ¿Qué pensarán de una empresa que pone todo esto al alcance de su mano?

En WAM, por ejemplo, sabemos que nuestros empleados poseen unas mentes inquietas y les gusta aprender cosas nuevas, tener la información siempre a mano y que el proceso sea rápido y sencillo. Por eso, ofrecemos a nuestro equipo plataformas e iniciativas que les permitan elegir entre diferentes alternativas para que cada uno pueda adquirir los conocimientos necesarios para su puesto o motivaciones personales, y desarrollen su curiosidad y su capacidad de aprendizaje.

Entre todos, por tanto, tenemos una responsabilidad y está en nuestras manos encontrar esa fórmula mágica para abordar los retos que nos presente este nuevo contexto laboral que estamos viviendo.