Hemos visto la tierra por el retrovisor de un coche
Y tú, ¿no crees que ha llegado el momento de cambiar de perspectiva?
La nueva cultura es la cultura digital
La magnitud de la transformación tecnológica que estamos viviendo provoca una serie de cambios a diferentes niveles y de gran calado: sabemos que la Inteligencia Artificial afectará a nuestros negocios, se producirá la automatización del marketing turístico y de los procesos de la empresa… Estos cambios son tan radicales que tienen más que ver con un nuevo código que da lugar a saberes y ciencias, materiales y conceptos, fórmulas y formas de proceder, conductas… que antes no existían. Todo ello resulta en el nacimiento de una nueva cultura: la cultura digital. Este es el verdadero desafío al que hoy todos nosotros nos enfrentamos. Sin entender la nueva cultura nunca podremos obtener todos los beneficios que la tecnología y la digitalización nos ofrecen.
Durante los últimos 30 años, el mundo ha sido testigo de profundos cambios en la esfera política, económica y social y, al mismo tiempo, de avances tecnológicos cada vez más rápidos y transformadores. Esto se suele atribuir al fenómeno de la globalización, que provoca que cientos de millones de personas visiten los mismos sitios web o que las tendencias del turismo a nivel mundial se asemejen. Esto se conoce como la “Mcdonalización” del mundo; sin embargo, el análisis de los datos de la Encuesta Mundial de Valores demuestra que ciertos aspectos culturales no han convergido en las últimas tres décadas. Las normas relativas al matrimonio, la familia o el género muestran cambios dramáticos, pero prácticamente todas las sociedades industriales avanzadas se han estado moviendo en la misma dirección a velocidades aproximadamente similares. Por el contrario, los países que han permanecido estancados económicamente muestran pocos cambios.
Divergencia entre los valores prevalecientes.
Iguales pero diferentes
Uno de los grandes retos para el marketing turístico es, precisamente, la globalización. Y es que la estandarización de los servicios, a la que tienden muchas compañías en la actualidad, presenta el riesgo de perder el tan demandado valor diferencial para ser atractivo en el mercado. Los viajeros han abandonado su zona de confort y están abiertos a explorar nuevos destinos, a realizar actividades o probar algo inesperado que les cambie la vida.
La conciencia de ciudadano global
Los humanos hemos tomado conciencia como individuos del mundo globalizado en el que vivimos y, al mismo tiempo, de la responsabilidad que tenemos de mejorar el mundo heredado. Del mismo modo, las empresas deben aceptar el reto y el compromiso de la responsabilidad social y poner al cliente en el centro de sus estrategias de marketing para satisfacer las demandas sociales, éticas y de consumo turístico.
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